Prepa en Línea Modulo 16
Antes de Darwin
Miguel Angel Martínez Zarco
M16C4G5-064
UN HOMBRE QUE SE ATREVE A PERDER UNA
HORA DE TIEMPO NO HA DESCUBIERTO EL VALOR DE LA VIDA
Charles Darwin
El ser humano siempre ha buscado
explicaciones de cómo es que fue el origen de la vida en la tierra, es así como
se puede afirmar que antes del siglo XIX existieron diversas hipótesis que
intentaban explicar justamente esta cuestión, “el origen de la vida sobre la
Tierra”. Las teorías creacionistas que hacían referencia a un hecho puntual de
la creación divina; y por otra parte, las teorías de la generación espontánea
que defendían que la aparición de los vivos se producía de manera natural, a
partir de la materia inerte.
Cada vez que la Humanidad se ha enfrentado
con algo que no tiene cierta explicación, ha recurrido al subterfugio de
atribuirlo a los designios inescrutables de una entidad omnipotente.
Newton fue quien nos aportó la primera
explicación lógica de la misteriosa e intrincada mecánica celeste y con ello
expulsó a la divinidad de esas regiones celestiales.
Pero al tratar de encontrar una deducción
razonada para la existencia de millones de especies vivas que desafiaban todos
los conocimientos y explicaciones que la ciencia había atesorado hasta 1859,
era un reto ante el que todo intento había fracasado.
Y por ende una vez más, la sobresaliente
explicación pasaba por aceptar la presencia de un gran diseñador todopoderoso
que hubiese colocado y creado aquellas criaturas fantásticas que poblaban la
superficie del planeta.
Pero hete aquí que un naturalista casi
desconocido llamado Charles Darwin publica en 1859 un libro que cambiará
radicalmente el pensamiento humano y abrirá una nueva y poderosa visión del
fenómeno de la vida y del origen, naturaleza y destino del propio ser humano.
Darwin emprendió una revolución que impulso
a reconstruir desde cero, todo aquello que tenía que ver con la vida en general
y con el hombre en particular (religión, filosofía, ética, psicología, antropología,
biología, etc.), aunque todavía haya quien no se ha enterado.
Principios y teorías de…
George Cuvier (1769-1832),
Partiendo de su concepción funcional del
organismo, Cuvier investigó la permanencia de las grandes funciones
fisiológicas en la diversidad de las especies. Este principio de correlación
actuaba como hilo conductor tanto de la anatomía comparada como de la
paleontología.
Fue un gran impulsor del estudio de los fósiles
(Paleontología), sus teorías se sustentaron en los mismos y en los seres
actuales, a los cuales asocia por sus características estructurales (dentición,
forma, etc.) y se adopta así la anatomía comparada. Pero sus conclusiones se
declinan hacia el fijismo, y plantea la teoría de las grandes catástrofes para
la extinción de las especies evitando de nuevo poner en entredicho la obra del
Creador.
Charles Lyell
Contemporáneo de Cuvier, Lyell (1797-1875),
abogado y geólogo, representa la corriente gradualista, contraria al fijismo, y
explica los cambios geológicos y biológicos mediante periodos sucesivos de
extinción y creación. Su obra Principios de Geología sirve de inspiración a
Charles Darwin.
Escribió
una monumental obra :Principios de Geología, basada en las teorías de Hutton,
en la cual expone la teoría de la formación de la Tierra a lo largo de extensos
períodos de tiempo, y a partir de las mismas fuerzas físicas que hoy rigen los
fenómenos geológicos(uniformismo), ósea: erosión, terremotos, volcanes,
inundaciones, etc. Paralelamente Lyell distingue dos procesos: fenómenos acuosos
(erosión y sedimentación) e ígneos (volcanes y sismos).
Jean
Baptiste de Monet, caballero de Lamarck (1744-1829),
Reconoce el cambio en las especies y lo
explica mediante dos fuerzas que, combinadas, son las causantes del árbol
evolutivo: por un lado, la tendencia de la naturaleza hacia el aumento de la
complejidad; por otro, la acomodación de los organismos al medio externo y la
herencia de tales adaptaciones a sus descendientes (ley del uso y desuso de los
órganos y ley de la herencia de los caracteres adquiridos)
Defendía la “generación espontánea”, por la
cual los seres vivos (p.ej. los ratones) pueden aparecer a partir de ropa vieja
o granos de trigo y dota a los fluidos internos de los organismos de la
capacidad para modificar los órganos de los mismos.
Así mismo pronunciaba que si un animal vive
en una charca acabará desarrollando membranas entre sus dedos para nadar mejor.
O, por el contrario, si un animal no necesita sus patas, acabará perdiéndolas.
Aunque actualmente su teoría evolutiva ha
sido desplazada, Lamarck fue un gran científico, que hizo inmensas
aportaciones, y su pensamiento influyó profundamente en las concepciones
evolucionistas del siglo XIX. Aún hoy solemos explicar la evolución darwinista
con frases como “las jirafas tienen el cuello largo para llegar a las hojas
altas de los árboles”, claramente lamarckiana.
La
primera teoría que presenta es una estructura clara y coherente sobre la
transformación. Tiene el mérito de admitir la existencia de una evolución de
las especies a través del tiempo, de formas menos complejas a más complejas y
trata de darle una explicación racional, aunque resultó equivocada.
Carl
Von Linné (Linneo) y Malthus. (1707-1778)
La necesidad de dar nombre a todas la
especies conocidas y a las muchas que se van descubriendo lleva a agruparlas
por semejanzas, con lo cual nace también un árbol genealógico, que se
completará posteriormente por abajo con las especies fósiles. Inevitablemente
aparece el concepto de evolución de las especies, aun cuando Linneo fuera
fijista.
En 1735 publicó su Systema naturae (Sistema
natural), el primero de una serie de trabajos en los que presentó su nueva
propuesta taxonómica para los reinos animal, vegetal y mineral.
En 1751 Linneo publicó Philosophia botanica
(Filosofía botánica), su obra más influyente. En ella afirmaba que era posible
crear un sistema natural de clasificación a partir de la creación divina,
original e inmutable, de todas las especies. Demostró la reproducción sexual de
las plantas y dio su nombre actual a las partes de la flor.
Creó un esquema taxonómico basado
únicamente en estas partes sexuales, utilizando el estambre para determinar la
clase y el pistilo para determinar el orden.
También utilizó su nomenclatura binómica
para nombrar plantas específicas, seleccionando un nombre para el género y otro
para la especie.
También contribuyó en gran medida a la
nomenclatura animal. A diferencia del sistema empleado con las plantas, su
clasificación de los animales recurre a una variedad de características que
incluyen observaciones de su anatomía interna.
En la actualidad se utiliza el sistema de
Linneo, pero los seres vivos se clasifican sobre la base criterios genéticos,
que son los factores que regulan la expresión de los factores anatómicos.
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