Es una situación cotidiana que en conversaciones entre amigos/as, compañeros/as y en nuestro hogar argumentemos con otros para defender nuestras posiciones: por ejemplo, que es mucho más entretenido comunicarnos a través del messenger que por teléfono, que es importante organizar un viaje a la playa antes de salir de clases, que Chile va a ir al mundial en 2010.
Y cada vez que argumentamos tenemos como objetivo “persuadir o convencer al auditorio sobre la conveniencia, utilidad o justeza de una idea, hecho o interpretación de la realidad”.
La afirmación anterior es especialmente relevante en los textos escritos, pues en esta situación comunicativa, el emisor del discurso no puede estar presente para adecuar sus razones y modificar la organización del discurso de acuerdo al flujo de la discusión.
En el caso de los textos escritos, aunque no exclusivamente en ellos, existen dos tipos de argumentación:
× Argumentación secuencial
× Argumentación dialéctica
No hay comentarios:
Publicar un comentario