Definitivamente nadie puede ser obligado a aprender algo que no quiere aprender, por lo que es recomendable que puedas encontrar una motivación para apropiarte de ese contenido y sobre todo encontrar una aplicación en tu vida cotidiana, ya que esto podrá apoyarte en la adquisición de un conocimiento sólido.
EL APRENDIZAJE ES VITAL Y TU ACTITUD
TAMBIÉN
Nadie más que tu sabe el deseo que tienes por aprender; por lo tanto, es importante que en todo momento lo tengas muy claro; de esta manera siempre tendrás la disposición de generar estrategias que te motiven e impulsen a estar actualizado con la información del día.
DIME CON QUIÉN TE JUNTAS Y TE DIRÉ
QUÉ ACTITUD TIENES
Parece broma, sin embargo, nuestras amistades pueden influir en gran medida en nuestra percepción sobre los aprendizajes, cambiando nuestras actitudes y dificultando qué tanto aprendemos.
EXPRESADO ES MEJOR
Cuando explicamos lo que hemos aprendido nos ayuda a tener más confianza y, por lo tanto, a cambiar nuestra actitud ante un aprendizaje nuevo.
¡Inténtalo!, no te arrepentirás.
Es EMOCIONANTE
Sin duda alguna, los momentos que quedan grabados en nuestra memoria son aquellos que “hacen a nuestro corazón latir”; por lo tanto, es importante que en todo momento encuentres emocionante el conocimiento que estás adquiriendo.
¿SOY UN "BUEN” ESTUDIANTE?
¿Has notado alguna vez que eres “mejor” para llevar a cabo algunas actividades que otras?
Por ejemplo, leer, andar en bicicleta, hacer sumas, restas y, en general, cualquier operación matemática de manera mental; bueno, si lo has notado, ¡felicidades!, ya que este es un primer paso para notar tus habilidades y gustos por diversas actividades, lo que influirá de gran manera para el desempeño que pongas en su realización, lo cual, a su vez, se encuentra ligado con el término “autoeficacia”, que según el psicólogo Albert Bandura se encuentra definida como aquellos pensamientos de una persona referidos a su capacidad para organizar y ejecutar los cursos de acción necesarios para conseguir determinados logros, incluyendo los juicios de cada individuo sobre sus capacidades, con base en los cuales organizará y ejecutará sus actos de modo que le permitan alcanzar el rendimiento deseado (Galleguillos y Olmedo, 2017, p. 157).
En otras palabras, lo que Bandura define como autoeficacia es la capacidad que cada uno de nosotros posee para darnos cuenta de nuestras capacidades, aptitudes y actitudes en la realización de una actividad, y cómo es que éstas influyen para alcanzar nuestras metas personales.
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